jueves, 31 de julio de 2008

Berlín 1936, los Juegos nazis


La Alemania de Adolf Hitler quería demostrarle al mundo que ese país gozaba de una organización perfecta y era capaz de los mejores Juegos Olímpicos realizados desde 1896.

Por eso en la ciudad de Berlín en 1936, el nacionalsocialista (nazi), que gobernaba desde 1933, no dejó detalle sin verificar para que la edición XI de los Juegos Olímpicos de la era moderna no tuviesen fallas.

El Tercer Reich (así se denominaba al gobierno alemán) recibió a la delegación argentina, que finalmente se volvería con 7 medallas. Dos de oro, dos de plata y tres de bronce (hecho que se repite con las 7 medallas de Amsterdam ’28 –3 de oro– y con igual cantidad en Londres ’48 –3 oros–) fue la mayor cantidad obtenida históricamente por Argentina.

Una de las medallas de oro fue para el equipo de polo, disciplina que nunca más se incluyó a partir de esos Juegos. En Berlín el equipo argentino estuvo integrado por Luis Duggan (6 de hándicap), Roberto Cavanagh (6), Manuel Andrada (7) y Andrés Gazzotti (8) y venció a México 15 a 5 y en la final a Inglaterra por 11 a 0. Además participaron Hungría y los locales.

Argentina lograba repetir el oro de París ’24, y fueron las únicas veces en que participó.

La otra medalla dorada fue para el boxeador de categoría pluma Oscar Casanovas, quien en la final venció al sudafricano Catterall.

Las de plata fueron 2: una la del boxeador peso pesado Guillermo José Lovell, que perdió la final con el alemán Runge. Y la segunda correspondió a la nadadora Jeannette Morven Campbell en los 100 metros libre. Esta deportista, hija de un escocés y una argentina, nació en Francia durante la Primera Guerra Mundial, en 1916.

Las tres medallas de bronce fueron para el boxeador peso mediano Raúl Vicente Villarreal, para el medio pesado Francisco Risiglione y para el bote de dos remos largos integrado por Horacio Podestá y Julio Pedro Curatella.

El gran ganador de Berlín en 1936 fue el atleta Jesse Owens, de EE.UU., que le demostró a Hitler que la raza aria no era superior a la negra en muchas disciplinas olímpicas.

Owens obtuvo el primer lugar en los 100 y 200 metros llanos, en el salto en largo y además integró la posta de 4x100.

El ministro de Propaganda, Joseph Goebbels, le encargó la puesta en escena a Albert Speer y filmación con cámaras de cine a la fotógrafa y cineasta Leni Riefenstahl.

En la inauguración el 1 de agosto sobrevoló el estadio el dirigible Hindenburg, que era la nave voladora más grande de la época.

Existe un mito que afirma que Hitler rehusó dar la mano a Owens. Pero Hitler sólo felicitó personalmente a los dos primeros ganadores de los Juegos. El mismo Jesse Owens afirmó en el libro de su memorias que recibió una felicitación oficial por escrito del gobierno alemán.

No todo fueron penas para los alemanes, porque ellos fueron primeros en el medallero final con 89 preseas (33 de oro, 26 de plata y 30 de bronce) contra las 56 de EE.UU. Argentina terminó en la 13ª posición y sus deportistas tuvieron bastante para contar.

Imagen:
En lo más alto. Arriba está Oscar Casanovas, atrás el sudafricano Catterall y adelante el alemán Miner.

Polo de oro. Los argentinos Andrada, Gazzotti, Cavanagh y Duggan.

Los 100 metros libre. La ganadora fue la holandesa Masterbrock en el medio; la alemana Arendt (hace el saludo nazi) fue tercera y la argentina Jeannette Campbell, a la derecha, fue segunda y elegida Reina de Berlín, la más bella de los Juegos.

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