lunes, 24 de agosto de 2009

La raza superior

James Cleveland Jesse Owens fue el atleta dominante de los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936 al ganar las medallas de oro en los 100 y 200 metros, la posta 4x100 metros y el salto en largo. Fue la estrella del '36.

En el mismo estadio en donde actualmente asombra el jamaiquino Usain Bolt, 73 años atrás otro hombre de raza negra conseguía alterar los sentidos del mismísimo Adolf Hitler. Porque en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, Jesse Owens (nacido en Alabama, EE.UU., el 12 de setiembre de 1913) ganaba 4 medallas de oro y hacía añicos las teorías nazis sobre la "raza superior" referidas a los arios.

El 3 de agosto en los 100 metros derrotó a su compatriota Ralph Metcalfe; un día después se impuso en el salto en largo; el día 5 logró la tercera medalla de oro en 200 metros; y el 9 de agosto con otros tres compañeros ganó la posta 4x100 y se colgó al cuello su cuarto otro olímpico en atletismo. Recién en 1984 Carl Lewis en Los Angeles consiguió igualar la proeza de las 4
medallas.

"Sus piernas, perfectas bielas de ébano, fuertes y cortas, se alzan bajo su erguido tronco. Su zancada es estrecha, precipitada, de una velocidad extrema", escribió Jacques Goddet, el periodista creador del diario francés L'Equipe.

Se ganó el apodo de El Antílope Negro cuando en 90 minutos, el 25 de mayo de 1935, en Ann Arbor, Michigan, estableció cuatro récords mundiales. Igualó el récord mundial de 100 yardas (91 metros, en 9s4d ) y batió las marcas mundiales de salto en largo (8,13 metros, un récord que duró 25 años), 220 yardas (201 metros en 20s3d) y 220 yardas con vallas (22s6d). Para muchos críticos este hecho es considerado una de las mayores proezas del atletismo.

Un año después le demostró al mundo que sus marcas, esta vez en metros y con distancias tradicionales, no habían sido una casualidad.

Hitler optó por no participar en ninguna premiación de ningún deporte y Owens mencionó que "el Canciller se levantó, me saludó con la mano y yo le devolví la señal". Paradójicamente, en Alemania Owens pudo viajar y hospedarse en los mismos hoteles que los blancos y cuando llegó a EE.UU. no fue invitado a la Casa Blanca a darle la mano al presidente y además no pudo viajar en la parte de adelante en los ómnibus y "tuve que volver a la puerta de atrás".

Volvió a trabajar de botones en el hotel Waldorf-Astoria y para ganarse la vida comenzó a correr contra caballos. Owens siempre ganaba, pero no porque fuera más veloz que el caballo, eso era imposible. El disparo de largada se efectuaba cerca del caballo, que se asustaba y cuando se recuperaba, Jesse le había sacado ventaja para ganarle. El público se divertía.

Fue un activo luchador por los derechos de los negros en EE.UU. y le llegaron reconocimientos, como una calle con su nombre en Berlín.

Un atado de cigarrillos por día durante gran parte de su vida le comieron los pulmones. Murió de cáncer el 31 de marzo de 1980.

No era invencible
Las 4 medallas de oro en Berlín '36, bajo la mirada de Adolf Hitler
10s 3d para los 100 metros
Con esa marca ganó el oro el 3 de agosto. En los cuartos de final había obtenido el récord mundial con 10s2d

8,06m para el salto en largo
Con esa marca logró su segundo oro ( 4/8/36). Su récord mundial de 8,13, en 1935, permaneció 25 años.

20s7d para los 200 metros
Owens logró el oro el 5/8/36; un año antes había batido la marca mundial con 20s3d.

39s8d en la posta 4x100 metros
Fue nuevo récord mundial la marca lograda por EE.UU. (Owens, Metcalfe, Draper y Wykoff).

Lewis lo igualó en 1984
Carlos Lewis en los Juegos de Los Angeles '84 corrió los 100 metros en 9s99c, los 200 metros en 19s80c; intervino en la posta 4x100 de EE. UU. con 37s83c y saltó 8,54m en largo.

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