jueves, 26 de febrero de 2009

Un vino en la camiseta de Boca


El 26 de febrero de 1983, Boca salió a jugar con la publicidad de Vinos Maravilla en su camiseta, iniciando lo que actualmente es habitual. Fue en el torneo de verano de Mar del Plata, ante River, en donde jugó el mendocino Sergio Scivoletto.

A pareció Boca Juniors en la cancha y sorprendió a la multitud en Mar del Plata. Porque en la franja amarilla había una inscripción en letras azules que decía: Vinos Maravilla.

Así se iniciaba en el fútbol argentino la publicidad estampada en las camisetas, algo que por estos días es tan común y llama la atención cuando algún club no la tiene, no sólo en el frente. Se multiplican por los costados, atrás, en las mangas... y bajan a los pantalones. La publicidad invadió la indumentaria y hasta se perdió la esencia de muchas camisetas tradicionales, con los colores de su fundación “ensuciada” por otros tonos lejanos a los del club.

Esa noche el vino común de una bodega sanjuanina quedó marcado a fuego en la camiseta de Boca. Sus ventas crecieron y a partir de allí otras empresas hicieron las ofertas para ser la cara de las camisetas de otros clubes.

Y en esa noche marplatense estuvo el mendocino Sergio Scivoletto como testigo directo porque debutaba como marcador central en River Plate, que lo había adquirido a préstamo al Deportivo Maipú.

Scivoletto, de 20 años, decía en El Gráfico en ese momento: “Es como sacarse la lotería”. Ahora, con 46 años, es el DT de Huracán Las Heras.

El mendocino iría al banco en los dos primeros partidos del torneo Nacional y después se lesionaría gravemente en un amistoso en Montevideo, ante Nacional, el 23 de marzo. Se cortó los ligamentos cruzados y debió ser operado. Esa misma noche quedaba acordado el pase de Enzo Francéscoli, de Wanderers a River.

Esa lesión le costó la carrera en el fútbol de primera y recién pudo jugar su único partido oficial ante Temperley, el 18 de diciembre por la penúltima fecha del Metropolitano. River no hizo uso de la opción.

Pero a Scivoletto le quedaron los recuerdos de su amistad con el tercer arquero de ese equipo que era Sergio Goycochea (el titular era Fillol) con el que compartía la pensión y además el hecho de tener de compañeros a Francéscoli, Alzamendi, Merlo, Gallego, Enrique, Tarantini... que brillaron y fueron ídolos.

En esa noche de Mar del Plata también debutó, pero en Boca Juniors, un ícono de la historia de River Plate como Juan José López (38 partido y 6 goles ese año con los Xeneizes) que todavía es tomada como una traición por los hinchas millonarios.

Boca sería el campeón del verano, cuando esos torneos tenían exclusividad en la costa marplatense.

El antecedente de esa inscripción de Vinos Maravilla en Boca fue en 1967, cuando Boca salió a la cancha con buzos con Crush, la gaseosa de naranja. Pero en las camisetas no había nada.

La dirigencia de Boca dijo que con lo que pagó la bodega les cancelaban el 90% de los sueldos hasta fin de año. Había superado lo ofrecido por Hitachi.

Así comenzó la historia de la “maravillosa” publicidad en las camisetas.

No pudo ser

Sergio Scivoletto llegó ilusionado y con 20 años se dio el gusto de jugar de titular en River Plate ante Boca. Después entró en el banco, una lesión lo marginó al mes siguiente y después cuando se recuperó, jugó varios amistosos y en la reserva. Sólo actuó un partido oficial en la Primera de River. 

Imágenes
1. Goleador. Ricardo Gareca festeja en Mar del Plata uno de los goles de Boca. La Adidas inauguraba publicidad con los vinos sanjuaninos.

2. El centro. Será de Gareca y viene a marcarlo el mendocino Sergio Scivoletto.

3. Bigotes. Scivoletto parecía más de 20 años.

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